
Durante el evento los más avispados de nuestros músicos, atentos a cualquier gesto de Herr Direktor Emanuel Meller, observaron que las joyas que portaba la Sta. Fon Pibodee podían representar un valor equivalente a pasar unas lujosas vacaciones en las islas caribeñas o tal vez nuevas fundas dentales para todos.
Imbuidos por esta idea y fieles al lema “Se consigue más con buenas palabras y una pistola que sólo con buenas palabras” pudieron convencer al barón de que la dote estaría mucho mejor empleada si pasase a formar parte de nuestro patrimonio. Hay que mencionar que su ejemplo fue inmediatamente seguido por su familia y resto de invitados que intiutivamente comprendieron lo que la situación les requería.
Antes de irnos, y como muestra de nuestro agradecimiento, la Orquesta Imaginaria correspondió a la generosidad del barón deleitándole a él y a sus invitados con el vals que acompaña a esta crónica. Lo bailaron, todo hay que decirlo,con cierta desgana.